El impuesto grava las emisiones que emiten determinados coches
Desde hace tiempo el Gobierno ha estado lidiando con los impuestos verdes. Estos impuestos están ideados para gravar toda aquella actividad que es nociva para el planeta. Son una manera de desincentivar acciones perjudiciales para el planeta a través del castigo económico.
Uno de estos impuestos es el Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (IEDMT), conocido como Impuesto de Matriculación. Este impuesto se calcula por tramos en base a las emisiones de CO2: 0% para los vehículos que emiten menos de 120 gr/km de CO2, 4,75% entre 120 y 160; 9,75 de 160 a 200 y 14,75% de 200 en adelante.
Es un impuesto que busca desincentivar la compra de vehículos que emitan demasiados gases contaminantes. Y ahora este impuesto será más caro. Como ha indicado el diario ABC, un importante porcentaje de los coches que se venden en España incrementarán su precio, en torno al 5%, aunque en algunos casos, casi un 10%.
¿Pero por qué se ha encarecido el Impuesto de Matriculación?
Fin de la prórroga del Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte
Todo esto ha ocurrido por el fin de la prórroga que, a efectos fiscales, minimizaba hasta final de año el impacto de las nuevas pruebas de emisiones, denominadas WLTP.
A partir de ahora las pruebas que harán los vehículos serán más exigentes. Coches que antes eran aptos emitirán hasta un 20 o 30% más de gases contaminantes. Y por eso, como decíamos antes, los precios de algunos vehículos podrían llegar a encarecerse hasta el 10%.
El problema es que el sector del automóvil y el Gobeirno tenían tiempo para adaptarse a la reforma fiscal (en concreto tuvo dos años). Sin embargo, la imposibilidad de formar Gobierno y la crisis del covid-19 han impedido abordarla. Y, como todo ha de seguir su curso, la subida del impuesto tiene que hacerse efectiva.
«Se están analizando varias opciones para intentar resolver el problema», aseguran a este periódico desde el Ministerio de Industria, aunque «no hay nada concretado todavía», apuntan desde Hacienda. Mientras no haya una solución, el 50% de los modelos van a tener pagar al menos un tramo del impuesto –el salto, en unos pocos casos, será de dos tramos–, cuando ahora no lo pagan ni el 20%. De media el incremento superará los 800 euros. Para el coche más vendido en lo que llevamos de año en España, el Seat León, con un precio sin impuestos de 17.347 euros, implicaría una carga adicional de 824 euros, en su versión con motor gasolina de 90CV. En otras versiones, superaría los 1.100 euros.
El contribuyente no querrá comprar coches
El problema es que, junto con la crisis, esta subida de impuestos al automóvil desincentivará al posible comprador. Es un nuevo golpe a la industria del automóvil, que ya ha tenido que enfrentarse al cierre de fábricas por todo el mundo y a la subida del precio y de los impuestos del diésel.
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